Estudio de Mateo 1

Índice: Mateo 1 Mateo 2 Mateo 3 Mateo 4 Mateo 5 Mateo 6 Mateo 7 Mateo 8 Mateo 9 Mateo 10 Mateo 11 Mateo 12 Mateo 13 Mateo 14 Mateo 15 Mateo 16 Mateo 17 Mateo 18 Mateo 19 Mateo 20 Mateo 21 Mateo 22 Mateo 23 Mateo 24 Mateo 25 Mateo 26 Mateo 27 Mateo 28


Capítulo 1
1.1 Esta genealogía fue una de las formas más interesantes con que Mateo podía iniciar un libro dirigido a la audiencia judía. Como una genealogía podía demostrar la posición de la persona como elegida de Dios, Mateo comienza mostrando que Jesús era descendiente de Abraham, el padre de todos los judíos, y descendiente directo del rey David, con lo que cumplía completamente las profecías del Antiguo Testamento que se referían a la línea del Mesías. Los datos en cuanto a la descendencia eran cuidadosamente preservados. Esta es una de las muchas pruebas que presenta Mateo para demostrar que Jesús es el Mesías.
1.1ss Más de cuatrocientos años habían pasado desde que se diera la última profecía del Antiguo Testamento y los judíos fieles en todo el mundo todavía seguían esperando al Mesías (Lucas 3.15). Mateo escribió este libro a los judíos, presentándoles a Jesús como Rey y Mesías, el prometido descendiente del rey David que reinaría para siempre (Isaías 11.1–5). El Evangelio de Mateo une ambos Testamentos y contiene muchas referencias mostrando cómo Jesús cumplió profecías del Antiguo.
1.1ss Jesús entró en la historia cuando la tierra de Israel estaba controlada por Roma y era considerada como una avanzada insignificante del vasto y majestuoso Imperio Romano. La presencia de los soldados romanos en Israel dio a los militares judíos paz, pero al precio de opresión, esclavitud, injusticia e inmoralidad. A esta clase de mundo vino el Mesías prometido.
1.1–17 En los primeros 17 versículos nos encontramos con cuarenta y seis personas, en el lapso de 2000 años. Todos fueron antepasados de Jesús, pero varían considerablemente en espiritualidad, personalidad y experiencia. Algunos fueron héroes de la fe, como Abraham, Isaac, Ruth y David. Otros tenían una reputación sombría, como es el caso de Rahab y Tamar. Muchos de ellos fueron personas comunes, como Esrom, Aram, Naasón y Aquim. Y otros fueron malvados, como es el caso de Manasés y Abías. La obra de Dios en la historia no está limitada por los pecados humanos, y Él obra por medio de gente común. Así como Dios usó toda clase de personas para traer a su Hijo al mundo, Él hace lo mismo hoy para cumplir con su voluntad.
1.11 El exilio ocurrió en 586 a.C. cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, conquistó Judá, destruyó Jerusalén y llevó cautivos a miles a Babilonia.
1.16 Como María era virgen cuando quedó embarazada, Mateo incluye el nombre de José solo como esposo de María, no como padre de Jesús. La genealogía de Mateo muestra el linaje legal (o real) de Jesús a través de José. La línea ancestral de María se registra en Lucas 3.23–38. María y José eran descendientes directos del rey David.
Mateo señala la genealogía a partir de Abraham mientras que Lucas lo hace a partir de Adán. Mateo está dirigido a los judíos, por eso señala a Jesús como descendiente de Abraham. Lucas está dirigido a los gentiles, por eso enfatiza a Jesús como Salvador de la humanidad.
1.17 Mateo divide la historia de Israel en tres grupos de catorce generaciones, pero probablemente hubo más. Las genealogías, con frecuencia, comprimen la historia, dando a entender que no se incluyen específicamente cada generación de antepasados. Es el caso de la frase “padre de” que puede también ser traducida “antepasado de”.
1.18 El matrimonio judío constaba de tres pasos. Primero, las dos familias se ponían de acuerdo en la unión. Segundo, se daba a conocer públicamente. En ese momento la pareja estaba comprometida oficialmente. El noviazgo (llamado en el texto “desposorio”) era considerado una unión que podía ser disuelta solo por la muerte o el divorcio (también por causa de fornicación). Tercero, la pareja se casaba y comenzaba a convivir. Al estar comprometidos María y José, la aparente infidelidad de María conllevaba un estigma social severo. De acuerdo a las leyes civiles judías, José tenía el derecho de divorciarse y las autoridades judías podían apedrear a María hasta darle muerte (Deuteronomio 22.23, 24).
1.18 ¿Por qué el nacimiento virginal es importante para la fe cristiana? Jesucristo, el Hijo de Dios, tuvo que ser liberado de la naturaleza pecaminosa en que nacen todos los seres humanos desde Adán. Jesús al nacer de una mujer se convirtió en un ser humano; pero por ser el Hijo de Dios nació sin el pecado humano. Él era totalmente humano y totalmente divino.
Porque fue hombre, sabemos que comprende completamente nuestras circunstancias y problemas (Hebreos 4.15, 16). Porque es Dios, tiene poder y autoridad para liberarnos del pecado (Colosenses 2.13–15). Podemos contarle todos nuestros pensamientos, sentimientos y necesidades. Él ha pasado por lo que nos toca pasar ahora a nosotros y tiene la capacidad para ayudarnos.
1.18–25 José enfrentó una decisión difícil al descubrir que María estaba embarazada. A pesar de estar conciente de que tomar a María como esposa podía ser humillante, eligió obedecer el mandato de Dios casándose con ella. Su acción reveló cuatro cualidades admirables: (1) principios inflexibles (1.19), (2) discreción y sensibilidad (1.19), (3) disponibilidad ante Dios, (1.24), y (4) autodisciplina (1.25).
1.19 Quizá José pensó que tenía solamente dos opciones: divorciarse de María silenciosamente o dejar que la apedrearan. Pero Dios tenía una tercera opción: que José se casara con ella (1.20–23). A José no se le ocurrió. Pero Dios, a menudo, nos muestra que tenemos más opciones de las que pensamos. A pesar de que parecía sensato que José rompiera el noviazgo, Dios lo llevó a tomar la mejor decisión. Cuando nuestras decisiones afectan la vida de otros, siempre debemos apelar a la sabiduría de Dios.
1.20 La concepción y nacimiento de Jesucristo son acontecimientos sobrenaturales que están más allá de la razón y la lógica humanas. Por eso Dios envió ángeles a ayudar a ciertas personas para que comprendieran el significado de lo que había sucedido (Mateo 1.20; 2.13, 19; Lucas 1.11, 12, 26; 2.9). Los ángeles son seres espirituales que Dios creó que ayudan a llevar a cabo su obra en la tierra. Llevan el mensaje de Dios a la gente (Lucas 1.26), protegen al pueblo de Dios (Daniel 6.22), ofrecen estímulo (Génesis 16.7ss), dan dirección (Éxodo 14.19), llevan castigo (2 Samuel 24.16), vigilan la tierra (Zacarías 1.9–14), luchan contra las fuerzas satánicas (2 Reyes 6.16–18; Apocalipsis 20.1, 2). Hay ángeles buenos y ángeles malos (Apocalipsis 12.7), pero por el hecho de que los ángeles malos están aliados con Satanás, poseen menos poder y autoridad. A la postre el papel principal de los ángeles será ofrecer continua adoración a Dios (Apocalipsis 7.11, 12).

1.20–23. El ángel anunció a José que el hijo de María había sido concebido por el Espíritu Santo. Esto revela una verdad importante acerca de Jesús: Él es Dios y hombre. Dios tomó las limitaciones humanas para poder vivir y morir y así obtener la salvación de todos aquellos que creen en Él.
LA HUIDA A EGIPTO
Herodes planeó la muerte del niño Jesús, al que percibía como una amenaza futura a su posición. A José se le advirtió en sueños y tomó a su familia y huyó a Egipto hasta la muerte de Herodes, que ocurrió uno o dos años más tarde. Intentaron volver a Judea, pero Dios les guió a Nazaret, en Galilea.
1.21 Jesús significa “Salvador”. Jesús vino a la tierra a salvarnos porque nosotros no podíamos hacerlo. No podíamos librarnos de las consecuencias del pecado. Por buenos que seamos, no podemos eliminar la naturaleza pecaminosa presente en todos nosotros. Solo Dios puede hacer esto. Jesús no vino para que la gente se salvara a sí misma. Vino para salvarnos del poder y del castigo del pecado. Déle gracias a Cristo por haber muerto en la cruz por sus pecados, y luego pídale que tome el control de su vida. Una nueva vida empezará para usted en ese momento.
1.23 Jesús iba a ser llamado Emanuel (“Dios con nosotros”), como lo predijo Isaías el profeta (Isaías 7.14). Jesús era Dios en la carne; en otras palabras: Dios entre nosotros. Por medio del Espíritu Santo, Cristo está presente en la vida de cada creyente. Quizá ni Isaías comprendió el significado de Emanuel en toda su magnitud.

1.24 José cambió de planes rápidamente luego de descubrir que María no le había sido infiel (1.19). Obedeció a Dios y prosiguió con los planes matrimoniales. A pesar de que muchos quizás no lo hubieran apoyado en su decisión, José continuó adelante con lo que sabía que era correcto. Nosotros algunas veces dejamos de hacer lo correcto por el qué dirán. Como José, debemos obedecer a Dios antes que buscar la aprobación de los demás.